lunes, 23 de junio de 2008

Tal vez mañana

Todo el mundo, futbolero o no, esperaba el choque de eliminatorias entre Argentina y Brasil. Para la gran mayoría de los expertos, este es partido es considerado como el clásico más importante del fútbol mundial. Sin embargo, esta edición del duelo sudamericano dejó bastante que desear y no estuvo a la altura de las expectativas.

“Suelten las amarras y desplieguen las velas”, gritaría al cielo el capitán de un barco en medio de una tempestad. Pero, a pesar del agradable clima que hubo en el estadio Morumbí la noche del partido, el duelo entre la selección Argentina y el scratch brasileño fue muy opaco y a pesar del gran potencial de jugadores que había sobre el césped, el partido se tornó –en grandes pasajes- hasta insoportable.

A pesar de lo deslucido que resultó el duelo, llevándolo al plano televisivo, el duelo sirvió para que Canal Trece ampliara su brecha en el rating contra el canal de la calle Pavón.

El partido tuvo picos de hasta 50,9 puntos de rating y obtuvo un promedio general de 40,9, cifra más que encantadora para Adrián Suar y compañía.

Por el lado de Telefe, seguramente Claudio Villarruel –gerente general de la emisora de San Cristóbal- presagiaba una resonante diferencia en el nivel de audiencia a favor de su máximo competidor, por eso decidió levantar la habitual programación del canal que lidera y puso en pantalla las repetición de “Hermanos y Detectives” y “Aconcagua 2008”, ciclo que se emite cuando hay que cubrir huecos en la programación.

Con esto, como se diría en el barrio, Telefe se bajó los pantalones. Matices de un partido que entregó poco dentro de la cancha pero que afuera reavivó la guerra de la pantalla chica.

Por Luciano López.

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